Las tradiciones, a veces, pueden resultar repetitivas. Otras, sin embargo, te devuelven a la infancia aunque al día siguiente tus rodillas te digan que ya no eres un niño. Este fin de semana ha sido la Fiesta de Sant Medir y las calles del barrio de Gràcia se han llenado de caramelos, grupos y comparsas. Mis suelas tardarán en olvidarla...
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