Playas paradisíacas, monumentos centenarios, ciudades con historia...recibir una postal de un lugar lejano siempre es una agradable sorpresa. Todo el proceso tiene un extraño encanto: escoger la postal, comprar el sello, escribir un mensaje ingenioso y luego tirarla a un buzón. Nadie como ellas concentran en una imagen y pocas líneas retales de nuestros viajes... Así que, antes de iros de vacaciones, ¡acordaros de coger un boli!
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